Vivero forestal

En ACEFGA llevamos a cabo plantaciones de árboles y otras plantas autóctonas para restaurar áreas degradadas o reforestar antiguas zonas de bosques nativos. Para ello, producimos nuestra propia planta forestal, asegurando la calidad y procedencia genética local de nuestros árboles, recogiendo semillas de especies nativas en las zonas donde llevamos a cabo los trabajos.

CONSERVANDO EL PATRIMONIO GENÉTICO

Uno de los pilares de la conservación de la naturaleza es la protección del patrimonio genético. De manera constante, la interacción local entre factores del medio y las relaciones entre los seres vivos provocan la selección de conjuntos de seres vivos que muestran diferencias genéticas más o menos grandes, a veces únicas, a lo largo de sus áreas de distribución. Estas diferenciaciones locales son la base de la especiación y deben de ser mantenidas para favorecer la capacidad de resistencia de las especies ante futuros cambios de su entorno. Por otra parte, a lo largo de su historia el ser humano ha favorecido la expansión de determinados conjuntos de seres vivos –plantas y animales domésticos, especies de interés forestal u ornamental, agrícola, etc.– caracterizados por su escasa variabilidad genética, exponiéndolos a plagas y enfermedades de manera reiterada y contribuyendo a homogeneizar la variabilidad genética natural de las poblaciones. Por estas razones, en nuestros proyectos trabajamos con plantas que obtenemos en cada zona concreta de actuación, tratando de mantener las peculiaridades genéticas de cada territorio.

Los viveros comerciales no ofrecen un stock de plantas autóctonas tan completo; en el mejor de los casos, cuentan con un par de procedencias dentro del territorio gallego, pero no a nivel local. Por ello, optamos por desarrollar un vivero propio, trabajando bajo demanda de nuestros proyectos, controlando la calidad y la procedencia de las plantas desde la recogida de las semillas, pasando por el cultivo, hasta la plantación en el monte. Además, la producción propia nos ofrece una ventaja económica muy sustancial frente a la compra de árboles en viveros convencionales, abaratando los costes de ejecución de los proyectos.