Aprovechando el estiaje de final de verano, hemos comenzado los trabajos de construcción de un sistema de charcas permanentes en una de las Áreas de Conservación gestionadas por ACEFGA en el Mandeo.
Con el objetivo de crear un punto de reproducción seguro para los anfibios de la zona, este espacio húmedo servirá para otras muchas especies animales y vegetales de la zona, mejorando la calidad y diversidad del hábitat disponible.
Estos trabajos de conservación se enmarcan dentro de un proyecto global de restauración ambiental, que pretende transformar una antigua plantación forestal de eucaliptos en un bosque autóctono.
En la zona más baja de esta parcela surgen las cristalinas aguas subterráneas de un manantial, que encharcan el terreno convirtiéndolo en un barrizal con vegetación acuática. Es aquí, donde aprovechando la pendiente del terreno, creamos una red escalonada de charcas de diverso tamaño. La cobertura vegetal se encuentra totalmente alterada tras el uso de esta parcela como plantación forestal, de modo que pretendemos recuperar el hábitat propio de estas condiciones, un bosque húmedo o pantanoso dominado por sauces y alisos, atravesado por un pequeño rego o curso de agua y salpicado de pequeñas charcas y pozas permanentes.
Llevamos a cabo las actuaciones con herramientas manuales y un bajo impacto sobre el medio, tras finalizar la construcción de cada charca se realiza una revegetación primaria del terreno con especies herbáceas autóctonas, propias de medios húmedos de la zona, que ayudan a sujetar el terreno y a la posterior colonización de plantas y animales. En una segunda fase se repoblará con árboles autóctonos el entorno de las charcas.
Este tipo de lugares es fundamental para la reproducción y supervivencia de un grupo muy especial y amenazado de animales, los anfibios, que son especialmente abundantes y diversos en los bosques del Mandeo, donde se encuentran especies endémicas y amenazadas.
La configuración topográfica del cañón del río Mandeo, con pendientes elevadas y afloramientos rocosos, es escasa en zonas llanas o terrazas en las que puedan aparecer charcas o donde el agua pueda estancarse, haciendo que muchos anfibios recurran a cunetas de caminos o roderas de vehículos en pistas forestales para reproducirse. Tritones, salamandras, sapos o ranas utilizan estos emplazamientos, sumamente vulnerables a la destrucción repentina por su situación.
En definitiva se trata de crear un bosque con las condiciones más próximas a su estado natural, que además pueda sostener microhábitats seguros y protegidos para todas las especies que lo habitan.
Se llevará a cabo un seguimiento e inventario posterior de las especies de fauna y flora que aparecen en las charcas, fundamentalmente de anfibios, valorando así el uso que estos hacen de las mismas.
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